Alguna vez en éste humilde blog, escribí acerca del tipo de mujeres con las cuales no me sentía para nada identificada. Entre ella estaba el sector de las llamadas “TODO EL MUNDO SE LA JOTEA” que justamente hablaba de la típica mina promedio (por no decir más o menos fea) que efectivamente cree que todo ser humano masculino tiene inclinaciones amorosas o sexuales en su nombre. Partiendo de esta base, he visto con asombro en éstos últimos días, una campaña popular contra el “acoso callejero” cuyo criterio es muy amplio, puesto que sataniza de igual manera un “Hola Dama” al “Te chuparía las tetas”.

Incluso, si analizamos más a fondo el tema ¿Por
qué las mismas minas que dicen que todo el mundo se las jotea u/o acosa son las
mismas que siembre hablan o escriben contra el género masculino en general? Por
ejemplo, decir que “son tontos”, que “las mujeres son mejores”, que “el macho
inteligente está extinto” y un sinnúmero de frases clichés muy típicas del
feminazismo. O sea perdón, pero ¿Qué culpa tienen los “hombres” de que tu
elijas a puros pelotudos como pareja? Una vez leí una frase muy cierta respecto
a éste tema “La mujer es el único ser humano de tropezar dos veces con la misma
piedra y culpar a la piedra” no existe más verdad que esa, si tu eliges malas
parejas es problema tuyo, no del resto, y sobre lo mismo, si tu te encuentras
rica, es problema tuyo, no necesariamente los demás piensan lo mismo.
Lamentablemente éste problema sobrepasa lo
superficial, actualmente existen enormidades de campañas en contra la violencia
a la mujer, que me parece excelente, sin embargo aún es objeto de burla el
hombre que reclame sobre la violencia que su propia mujer pueda ejercer contra él.
Hubo un caso, no hace mucho, sobre una mujer que habría cortado y cocinado a su
pareja por infiel, la gran mayoría de los comentarios eran de tipo “Crack”, “Maestra”,
“Quizás cómo era él en vida” etc. En ningún lado hubo acciones que juzgaran
socialmente dicha conducta, nadie habló de la realidad de la violencia contra
el hombre, ni hizo campañas en torno a éste caso, algo que de seguro hubiese
sido distinto, si la victima fuese mujer.
Pienso que la sociedad, intentando igualar
ambos géneros, tiende a mermar al género contrario y no creo que ese sea el
camino. Desgraciadamente, el SERNAM ayuda muy poco, en vez de reducir la
brecha, la aumenta, victimizando a la mujer de forma, a veces, innecesaria.
En conclusión: hay que entender que el centro
del mundo no somos nosotras poh cabras, ni nuestros enemigos son los hombres. Mirémonos
un poco antes de empezar a juzgar o paranoiar contra al resto.