viernes, 22 de junio de 2012

Una verdad contada a medias

En vísperas del trigésimo noveno año en el que todo Chile vivió un golpe de estado (o pronunciamiento militar, como usted lo quiera llamar), la Corporación 11 de septiembre convocó a cerca de mil personas el 10 de junio para la exhibición del documental "Pinochet".  Más allá de las funas que comenzaron desde el día anterior -y que acarrearon lamentables consecuencias en cuanto a agresiones y daños materiales-, el objetivo del presidente de la corporación, Juan González, fue mostrar un registro audiovisual en el que, después de 22 años de democracia, los partidarios al dictador Augusto Pinochet se sintieran felices por ver una parte de la historia de Chile sin tergiversaciones, desde su punto de vista.

Al día siguiente, me encuentro con la sorpresa que el famoso documental fue filtrado a través de Internet. Lo pensé un rato, y dije: ya, me haré un tiempo para verlo (dura dos horas). No comparto las ideologías de la derecha, pero soy lo suficientemente maduro para aceptar un punto de vista y destacar en qué pueden tener razón y en qué no. Y de eso se trata lo que quiero expresar en este blog.

(Aprovecho de dar las gracias por el espacio a mi nueva jefa).

Para que este análisis quede bien realizado, debería tomar otras dos horas para verlo de nuevo. Pero no, gracias. Me basta una sola vez para exponer mis ideas con respecto a este documental. Además, no recomiendo repetir la experiencia. Ah, y aprovecho de avisar, para evitar llantos: si no vio el video, absténgase de leer desde ahora o haga click aquí. Dicho esto, iniciaré mis descargos.

¿Cómo empieza la historia? Para abastecerse de alimentos, una familia va a un supermercado, cuyos miembros son el padre, dos de sus hijas y su hijo, para luego dirigirse a una casa con un hermoso paisaje. La cosa es que una de sus hijas le hace una pregunta referente al Chile de los años 70, y el padre comienza a contar "la verdad que ocultó la Concertación durante veinte años". Sinceramente, las actuaciones de los niños y adolescentes en series como BKN y Karkú son más creíbles que esta representación. Aquí no hace falta ser de izquierda o derecha para decir que esas partes son patéticas y lamentables. 

En fin. La parte dura del documental se inicia cuando le dedican cerca de 40 minutos al gobierno de Salvador Allende y la forma en que fue destituido de la presidencia. Primero, es discutible el tratamiento que se le dio a su elección. Se habla que no consiguió una mayoría absoluta de votos (36,6%), para luego ser ratificado por el Congreso Nacional, cuando un presidente ligado al conservadurismo, Jorge Alessandri Rodríguez, tan solo obtuvo un 31,6%. Eduardo Frei Montalva alcanzó esa mayoría absoluta (es decir, 50% +1 de los sufragios) gracias a sectores de la derecha, para así evitar un posible triunfo de Salvador Allende en su tercera candidatura presidencial.

Salvador Allende probando una Kalashnikov AK-47 en 1971.
Uno de los mayores errores que se hicieron bajo la administración de "Chicho" -y que fue mencionado en el documental- fue la indiscriminada emisión de papel moneda, lo que generó una altísima y descontrolada inflación. Mis abuelos fueron claros en este punto: "tú tenías un montón de billetes, pero no hallabas en qué gastarlos". Ellos vivieron esa pesada época, hicieron filas en el mercado negro para comprar lo que sea, y si no pasaron hambre, fue gracias a una amiga de mi abuela, quien tenía la tarjeta de las Juntas de Abastecimiento y Precios (JAP). A ellos les creo a ojos cerrados. 

(Cuando vaya a Chile de nuevo, les preguntaré si comieron el famoso "chancho chino").

Este registro también da cuenta de las expropiaciones a los terratenientes para aplicar la nueva Reforma Agraria. Se habla de una "invasión" de pequeños campesinos y apropiación de tierras, pero no fue por orden del Estado. Muchos actuaron por cuenta propia. Se habla de sectores paramilitares e ingreso ilegal de armas de guerra, con una pequeña mención a Patria y Libertad para combatir a la extrema izquierda. También se culpa a Allende por el escaso trabajo tras la nacionalización del cobre, cuando claramente hubo un boicot por parte de la multinacional Anaconda Copper Mining Company, debido a que este nuevo panorama afectaba sus intereses. 

Lo que si es cierto es que la visita de Fidel Castro incrementó la polarización que ya existía en el país. Aparecieron los "cacerolazos" por parte de muchas mujeres. Esas acciones fueron tomadas por los realizadores del documental para incrementar el hecho y mostrar portadas de diarios internacionales. Se minimizaron otras verdades, como el poder independiente del senado (de mayoría opositora, intentó derrocar a Allende bajo una acusación constitucional) y de la justicia. En cambio, se habla de un constante estado de anarquía en muchos puntos del país. Por eso planteo que este documental plantea verdades a medias. Pero la verdad es una sola y completa, no un extracto de ella.

Hay más. Pero quiero llegar a la parte donde efectivamente se aprecia el real pensamiento de la extrema derecha. Prácticamente omitieron de forma impune los atropellos a los derechos humanos. Este registro justifica estas acciones bajo el concepto de "guerra irregular". ¿Qué es eso? Bueno, por lo que entendí, es un tipo de conflicto bélico en el que no se utilizan armas. La realidad es que se desarticuló cualquier tipo de organización, movimiento o partido político ligado a la izquierda. Sus miembros fueron capturados, torturados y, en muchos casos, asesinados y arrojados al mar. Solo al final del documental se lee una carta póstuma de Augusto Pinochet, donde se menciona el concepto "detenidos desaparecidos", pero que él no tuvo el control de la situación y actuaron personas de forma independiente. Como si no hubiera tenido conocimiento de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) o de la Dirección de la Inteligencia Nacional (DINA), pero no profundizaré en aquello.

Siguiendo con el documental, el narrador (con una voz casi de ultratumba) dijo que bajo el gobierno de la Junta Militar, se evitaron dos guerras: contra Argentina y Perú. Curiosamente, no se hizo ninguna referencia posterior a la cuasi guerra con Perú. El hecho existió, pero como se invitó a una autoridad del gobierno de facto en Argentina, era mejor dar detalles del Conflicto del Beagle. Por supuesto, se destacó la visita del entonces pontífice Juan Pablo II en 1987 y su rol en la mediación papal de este problema limítrofe. Pero no hubo una sola mención a la colaboración logística del gobierno militar chileno a Inglaterra en 1982, como represalia a las amenazas emitidas por el ex dictador argentino Leopoldo Galtieri, quien insinuó una invasión a nuestro país luego de triunfar en Malvinas, cosa que no ocurrió.

Milton Friedman y su influencia en la Junta Militar de Chile.
Ahora lo que viene es una larguísima lista de logros durante el mandato de Pinochet, pero me limitaré a mencionar que todos ellos fueron gracias a un modelo neoliberal, basado en las ideas del economista Milton Friedman, el cual se llevó a la práctica de forma exitosa, en cuanto a infraestructura, autopistas (destacando la Carretera Austral, cuya construcción ayudó a conectar el extremo sur del país), mejoras en el sector agrícola, minero, etc., además de expandir las redes de energía eléctrica y de telecomunicaciones. Totalmente de acuerdo, salvo en algunos detalles no menores: el Metro de Santiago fue inaugurado en 1975 durante el Gobierno Militar, pero no hay mención alguna a la licitación anterior ni las obras, las que se iniciaron en el mandato de Frei Montalva. El sistema de salud, mediante la creación de las isapres y Fonasa, funcionó al principio, pero no se hizo nada en la posteridad (salvo el Plan Auge) para cubrir a quienes tienen escasos recursos. La misma falencia ocurre con el sistema de educación y la creación de la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza (LOCE), cuyas posteriores reformas no han sido suficientes para satisfacer las necesidades del actual movimiento estudiantil a nivel secundario y de educación superior.

No recuerdo si venía antes o después de los numerosos logros, pero es importante hacer un alto en el atentado a Pinochet. Allí diría que está la mejor parte del documental, no tanto por el hecho en sí, sino por la descripción técnica que se hizo sobre la preparación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y la principal razón por la que falló el magnicidio: un arma tipo bazooka que debió dispararse a 30 metros del objetivo, se hizo a solo 10 metros. 

En dos oportunidades el narrador de este material destacó que la Constitución aprobada en 1980 (obviamente no hubo mención alguna al fraude que salió a la luz después) incluía un plebiscito, el cual finalmente se realizó en 1988 y trajo como resultado el retorno a la democracia. El sucesor no podía ser otro que Patricio Aylwin: el archivo no miente, y allí Aylwin habló abiertamente a favor de un golpe de estado, al igual que Eduardo Frei Montalva. Para quienes dicen que la Democracia Cristiana va donde calienta el sol, las pruebas son claras. Pero eso es otro tema.

Francisco Muñoz, alias "Pancho Malo", y su visita a Pinochet.
Todos sabemos que el momento más duro de Pinochet fue el arresto domiciliario que sufrió en Inglaterra. Por razones obvias, el documental lo muestra como una víctima, recibiendo el apoyo de numerosos (?) partidarios en la residencia llamada The Clinic, además de la visita de la Dama de Hierro, Margaret Thatcher. Claro, también debo destacar la participación de Patricia Maldonado en un horrible canto a su General antes del arresto, además de un partido amistoso de fútbol entre los líderes de la Garra Blanca y Los de Abajo, mientras que un lienzo gigante pedía liberación para el entonces senador vitalicio. Es importante aclarar esto para quienes dicen que Colo-Colo es "el equipo del dictador": Pinochet era simpatizante de Santiago Wanderers. Ofreció dinero a los Albos para terminar el Estadio Monumental, pero ese dinero nunca llegó. Además, para hacer una acusación tan liviana, primero hay que fijarse de qué tendencia política son sus líderes de barra y dirigentes. De los tres equipos grandes de Chile, no se salva ninguno. 

Como era de esperarse, no se tocó el tema del Banco Riggs y las cuentas ficticias que implican enriquecimiento ilícito.

En la parte final del documental se muestra un video de archivo con las últimas palabras de Pinochet en familia, una semana antes de su deceso. Se critica abiertamente a Michelle Bachelet por no permitir un funeral con honores de Estado, por lo que el homenaje finalmente se hizo en la Escuela Militar. Hay una lectura de una carta póstuma  mencionada anteriormente, y fin. Se terminó. Dos extensas horas de reinvindicación, según quienes son pinochetistas.

Después de todo, y a pesar de no estar de acuerdo en muchas cosas, es un material a tener en cuenta para entender a quienes piensan distinto y debatir con altura de miras. No comparto la forma en que se exhibió el documental ni tampoco con la actitud de hoy por parte del presidente Sebastián Piñera y su asesora de prensa, tras una pregunta de un periodista de la BBC Mundo con respecto a este documental y la autorización para realizar un homenaje a un dictador. 

Por último, me quedo con una opinión anónima hecha en una red social: "Los homenajes públicos a violadores de derechos humanos son repudiables. Sin embargo, respetando la libertad de expresión, no puedes prohibir que se haga un homenaje de forma privada".

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